Después de casi ocho meses del nuevo gobierno municipal, al margen del tiempo transcurrido en el que se manifestó que el cambio o trasvase de responsabilidades o de funciones en las distintas concejalías se había realizado sin ningún contratiempo que resaltar, no nos explicamos cómo es posible que con la que está cayendo económicamente no haya un proyecto de gobierno con iniciativas políticas dignas de señalar.
Lo único que hemos podido observar es una modificación constante del organigrama derivado de las responsabilidades políticas de los distintos ediles municipales. Es verdad que han perdido demasiado tiempo en colocar y recolocar asesores, directores de gobierno, coordinadores de concejalías ó coordinadores de presidencia y unos desmedidos recursos protocolarios y mediáticos.
Pero aún así, desconocemos para qué necesitan tantos personajes cuando lo que hay que solventar son las deudas bancarias y empresariales, consecuencia muchas de ellas de gestiones que han bordeado las normas y la ética, así como buscar y administrar salidas o soluciones para respaldar o garantizar los compromisos en los tiempos convenidos y para ello se necesita mover la actividad social, cultural, comercial, industrial o económica para que comience a reducirse las listas de los 15.400 parados. No obstante necesitan un plan de trabajo municipal y, si es posible porque los tiempos lo exigen, consensuado entre todas las fuerzas políticas del pleno.
Sin embargo lo que vemos es que cada uno de los grupos o concejalías que conforman ese gobierno hacen lo que buenamente saben según sus propias entendederas porque hasta la fecha los ciudadanos no sabemos, ni el pleno expresado democráticamente a través de los partidos políticos, qué políticas se van a ejecutar en los próximos cuatro años en este municipio. Por ello debemos preguntarnos para qué necesitan tanto personal, al amparo de los partidos que gobiernan, engordando unas nóminas que cada vez cuesta mucho más abonarlas, cuando las ideas o los proyectos brillan por su ausencia.
Cuando las ideas no existen y menos aún los proyectos, parece que la solución está en buscar supuestas incapacidades de los demás y señalar culpables como si administrar, que no gobernar, sólo sea un “paripé” para algunos caballeretes de ese gobierno, que cuando ni siquiera estaban en las instituciones pretendían un cambio de ideas y de actitudes. Paripé que nos llevaría hacia un debate interesante para la ciudadanía como es el vaciado de los contenidos de los plenos municipales hacia otras comisiones o empresas públicas, que con independencia que sean legales, o no, son menos transparentes, menos plurales y mucho menos democráticas al hurtársele el control y la fiscalización inexcusable a todos los representantes del pleno expresado democráticamente en las urnas. Todo ello implica en la práctica una desviación del poder, una falta de intervención y constatación política y más aún pública y mediática. Cuándo precisamente lo que se viene demandando por la sociedad es más transparencia, más participación, más pluralidad y mejor gobernanza. En definitiva una mayor Democracia. Democracia que, como diría el premio nobel de literatura José Saramago,…”La Democracia no es un punto de llegada sino un punto de partida”.
No se quieren enterar que las entradas económicas directas e indirectas serán menores en los próximos dos o tres años y que los gastos obligatorios se verán ligeramente mermados siempre que no se sigan aumentando gastos imprevistos ya sean externos o internos. Sólo hay que ver los presupuestos que quiere, o mejor establece y supervisa Europa, defiende España y donde las Comunidades Autónomas, los cabildos y consecuentemente los Ayuntamientos quedarán totalmente reducidos económicamente y al dictado de éstos. Ahora veremos si esta Comunidad ha realizado sus deberes tal y como vienen reiterando en su televisión pública y que indudablemente pasa por la defensa de lo público frente a las teorías neoliberales de privatizar todo lo que se “mueva” que nos traen los mismos, que han liderado esta doctrina en EE.UU. o Europa y que son los que nos han metido en este barrizal económico.
He tenido la preocupación y la curiosidad para ver en qué consistían o residían las famosas doscientas medidas del grupo mayoritario en el gobierno, dado que el resto de socios, salvo slogans, no presentaron nada, para analizar cuántas de ellas eran interesantes o cuántas de ellas se han puesto en marcha para la recuperación económica y abonar los créditos bancarios que nos hipotecan a todos los residentes sin distinción. Debemos decir que lo único que hemos podido encontrar son enunciados o divagaciones por decirlo de forma considerada. Sólo con acudir a las hemerotecas de los distintos medios de comunicación digital existente en el municipio y releerlos podemos hacernos una pequeña reflexión para evaluar y calificar las “iniciativas” políticas de nuestros representantes políticos en el gobierno, porque si vamos a sus respectivas web o blog corporativos políticos todos o la mayoría las han cambiado para así no dejar constancia o huella de lo dicho en sus respectivas campañas.
No obstante algunos ciudadanos tenemos la costumbre o la deformación de guardar lo que se dice y se hace por los distintos grupos políticos para ver su grado de coherencia entre lo dicho y lo realizado para consecuentemente, al margen de las ideologías, evaluar el grado de compromiso, seriedad y coherencia con los electores y así poder hacer un análisis objetivo. Como diría un concejal de los que gobiernan en ese conglomerado de intereses “La campaña va sobre los temas que preocupan a la gente y que nadie tiene el valor de poner encima de la mesa”.
Pues bien, es en este sentido en el que la mayoría de los partidos políticos, cuatro de las seis organizaciones presentes en el pleno, tienen un proyecto político y un compromiso institucional con la ciudadanía, que fue abonado con dinero público de todos los contribuyentes del municipio y que se llamó, o mejor dicho, se llama “Modelo de ciudad y Plan de Acciones Estratégicas para Telde” el cual se realizó por una empresa dedicada a estos fines y que tiene el valor político y social necesario por estar apoyada y aprobada por unanimidad de los grupos políticos del mandato anterior, incluidos la mayoría que conforman el actual grupo gobernante, con la aportación de los agentes sociales: ciudadanos, empresarios, sindicatos, asociaciones, colectivos docentes o juveniles, etc., cuyo diagnóstico está por ejecutar.
Por lo tanto este gobierno tiene las herramientas para promover y desarrollar todos y cada uno de los aspectos sociales que hemos enumerado anteriormente y que no vamos a reiterar, en la que estamos convencidos que una parte importante de la oposición estaría dispuesta a apoyar la iniciativa, sin embargo falta la voluntad de los que hoy tienen la responsabilidad y la posibilidad de llevarlo a la práctica y donde parece que es totalmente nula. Al igual que desarrollar y ejecutar sus propios programas o mejor enunciados que ofrecieron a los ciudadanos.
Para terminar remitirme al final del “manifiesto de Economistas frente a la Crisis” donde reitera su llamamiento a los ciudadanos en general, para que no cejen en el debate desde el que se puedan construir propuestas capaces de influir en la comprensión social de la naturaleza de la crisis y por consiguiente en las decisiones políticas más eficaces para su gestión y que termina diciendo…“necesitamos más mercados y más reformas estructurales, pero no las que están vendiendo. Esas son las de siempre y las que nos trajeron la crisis”.
Lo único que hemos podido observar es una modificación constante del organigrama derivado de las responsabilidades políticas de los distintos ediles municipales. Es verdad que han perdido demasiado tiempo en colocar y recolocar asesores, directores de gobierno, coordinadores de concejalías ó coordinadores de presidencia y unos desmedidos recursos protocolarios y mediáticos.
Pero aún así, desconocemos para qué necesitan tantos personajes cuando lo que hay que solventar son las deudas bancarias y empresariales, consecuencia muchas de ellas de gestiones que han bordeado las normas y la ética, así como buscar y administrar salidas o soluciones para respaldar o garantizar los compromisos en los tiempos convenidos y para ello se necesita mover la actividad social, cultural, comercial, industrial o económica para que comience a reducirse las listas de los 15.400 parados. No obstante necesitan un plan de trabajo municipal y, si es posible porque los tiempos lo exigen, consensuado entre todas las fuerzas políticas del pleno.
Sin embargo lo que vemos es que cada uno de los grupos o concejalías que conforman ese gobierno hacen lo que buenamente saben según sus propias entendederas porque hasta la fecha los ciudadanos no sabemos, ni el pleno expresado democráticamente a través de los partidos políticos, qué políticas se van a ejecutar en los próximos cuatro años en este municipio. Por ello debemos preguntarnos para qué necesitan tanto personal, al amparo de los partidos que gobiernan, engordando unas nóminas que cada vez cuesta mucho más abonarlas, cuando las ideas o los proyectos brillan por su ausencia.
Cuando las ideas no existen y menos aún los proyectos, parece que la solución está en buscar supuestas incapacidades de los demás y señalar culpables como si administrar, que no gobernar, sólo sea un “paripé” para algunos caballeretes de ese gobierno, que cuando ni siquiera estaban en las instituciones pretendían un cambio de ideas y de actitudes. Paripé que nos llevaría hacia un debate interesante para la ciudadanía como es el vaciado de los contenidos de los plenos municipales hacia otras comisiones o empresas públicas, que con independencia que sean legales, o no, son menos transparentes, menos plurales y mucho menos democráticas al hurtársele el control y la fiscalización inexcusable a todos los representantes del pleno expresado democráticamente en las urnas. Todo ello implica en la práctica una desviación del poder, una falta de intervención y constatación política y más aún pública y mediática. Cuándo precisamente lo que se viene demandando por la sociedad es más transparencia, más participación, más pluralidad y mejor gobernanza. En definitiva una mayor Democracia. Democracia que, como diría el premio nobel de literatura José Saramago,…”La Democracia no es un punto de llegada sino un punto de partida”.
No se quieren enterar que las entradas económicas directas e indirectas serán menores en los próximos dos o tres años y que los gastos obligatorios se verán ligeramente mermados siempre que no se sigan aumentando gastos imprevistos ya sean externos o internos. Sólo hay que ver los presupuestos que quiere, o mejor establece y supervisa Europa, defiende España y donde las Comunidades Autónomas, los cabildos y consecuentemente los Ayuntamientos quedarán totalmente reducidos económicamente y al dictado de éstos. Ahora veremos si esta Comunidad ha realizado sus deberes tal y como vienen reiterando en su televisión pública y que indudablemente pasa por la defensa de lo público frente a las teorías neoliberales de privatizar todo lo que se “mueva” que nos traen los mismos, que han liderado esta doctrina en EE.UU. o Europa y que son los que nos han metido en este barrizal económico.
He tenido la preocupación y la curiosidad para ver en qué consistían o residían las famosas doscientas medidas del grupo mayoritario en el gobierno, dado que el resto de socios, salvo slogans, no presentaron nada, para analizar cuántas de ellas eran interesantes o cuántas de ellas se han puesto en marcha para la recuperación económica y abonar los créditos bancarios que nos hipotecan a todos los residentes sin distinción. Debemos decir que lo único que hemos podido encontrar son enunciados o divagaciones por decirlo de forma considerada. Sólo con acudir a las hemerotecas de los distintos medios de comunicación digital existente en el municipio y releerlos podemos hacernos una pequeña reflexión para evaluar y calificar las “iniciativas” políticas de nuestros representantes políticos en el gobierno, porque si vamos a sus respectivas web o blog corporativos políticos todos o la mayoría las han cambiado para así no dejar constancia o huella de lo dicho en sus respectivas campañas.
No obstante algunos ciudadanos tenemos la costumbre o la deformación de guardar lo que se dice y se hace por los distintos grupos políticos para ver su grado de coherencia entre lo dicho y lo realizado para consecuentemente, al margen de las ideologías, evaluar el grado de compromiso, seriedad y coherencia con los electores y así poder hacer un análisis objetivo. Como diría un concejal de los que gobiernan en ese conglomerado de intereses “La campaña va sobre los temas que preocupan a la gente y que nadie tiene el valor de poner encima de la mesa”.
Pues bien, es en este sentido en el que la mayoría de los partidos políticos, cuatro de las seis organizaciones presentes en el pleno, tienen un proyecto político y un compromiso institucional con la ciudadanía, que fue abonado con dinero público de todos los contribuyentes del municipio y que se llamó, o mejor dicho, se llama “Modelo de ciudad y Plan de Acciones Estratégicas para Telde” el cual se realizó por una empresa dedicada a estos fines y que tiene el valor político y social necesario por estar apoyada y aprobada por unanimidad de los grupos políticos del mandato anterior, incluidos la mayoría que conforman el actual grupo gobernante, con la aportación de los agentes sociales: ciudadanos, empresarios, sindicatos, asociaciones, colectivos docentes o juveniles, etc., cuyo diagnóstico está por ejecutar.
Por lo tanto este gobierno tiene las herramientas para promover y desarrollar todos y cada uno de los aspectos sociales que hemos enumerado anteriormente y que no vamos a reiterar, en la que estamos convencidos que una parte importante de la oposición estaría dispuesta a apoyar la iniciativa, sin embargo falta la voluntad de los que hoy tienen la responsabilidad y la posibilidad de llevarlo a la práctica y donde parece que es totalmente nula. Al igual que desarrollar y ejecutar sus propios programas o mejor enunciados que ofrecieron a los ciudadanos.
Para terminar remitirme al final del “manifiesto de Economistas frente a la Crisis” donde reitera su llamamiento a los ciudadanos en general, para que no cejen en el debate desde el que se puedan construir propuestas capaces de influir en la comprensión social de la naturaleza de la crisis y por consiguiente en las decisiones políticas más eficaces para su gestión y que termina diciendo…“necesitamos más mercados y más reformas estructurales, pero no las que están vendiendo. Esas son las de siempre y las que nos trajeron la crisis”.
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