domingo, 22 de enero de 2012

LOS DISPARATES DE LAS PERSONAS DE LA MANO DEL CAPITAL, NOS LLEVA HACIA UNA CATÁSTROFE SIN PRECEDENTES

No tiene desperdicio las declaraciones de la Alcaldesa de este Ayuntamiento de Telde cuando se le pregunta, en el programa del Espejo Canario que presenta el Sr. Chavanel, sobre el posible emplazamiento de la regasificadora y que desconocíamos todos ciudadanos hasta ese momento. Según la contestación de la regidora, la plantea para la costa de nuestro municipio que componen las playas de Salinetas, Melenara, Clavellinas, Ojos de Garza, Tufia, Aguadulce y Taliarte con sus respectivos núcleos poblacionales, como el lugar donde vienen estudiando la aludida ubicación y que dependería fundamentalmente de las subvenciones o compensaciones.

Sobre el particular debemos decir que el cuestionado tema es lo suficiente conocido por los impedimentos que ha venido manteniendo la mancomunidad del sureste frente al Cabildo insular y el Gobierno de Canarias, por todas las razones y argumentos que ha manifestado el propio Alcalde de Agüimes D. Antonio Morales.

Habría que decirle a la concejala que este planteamiento político no se había propuesto en su campaña electoral y menos aún en sus doscientas medidas para solucionar los problemas de la crisis de paro que tiene este municipio. Ello significa que no tiene autoridad moral ni política para hacer ese tipo de planteamientos en nombre de los ciudadanos de Telde y menos aún cuando dice que lo está estudiando, a espaldas de los ciudadanos, lo que implica una falta de transparencia y una estafa política de este gobierno municipal hacia la ciudadanía en general y a sus propios votantes en particular.

Desconozco si es la falta de información y sus consecuencias sobre el particular la que le ha llevado a manifestar este tipo de desacierto, puesto que a priori pensamos que los políticos vienen a proporcionar seguridad y bienestar a sus ciudadanos y no al revés como es el caso que nos ocupa. En todo caso si estas manifestaciones van más allá de estos dislates, va hacer posible que provoque una plataforma ciudadana que defienda el interés general de la ciudadanía frente a estos engaños que está estudiando este gobierno y quienes le acompañen, puesto que los disparates de las personas llevados de la mano del capital no nos puede llevar hacia una potencial catástrofe sin precedentes.

Sobre el particular solo hay que remitirse a toda la documentación que ha generado el citado Presidente de la mancomunidad del sureste D. Antonio Mórales Méndez, que están en los diarios digitales locales, insulares y regionales así como a un vídeo del que fue consejero delegado de Enagás, D. Roberto Centeno, cuya contenido literal es el siguiente: Decía…

“La pasada semana tuve la ocasión de presenciar directamente en la costa sur de la Florida la intervención fulminante y expeditiva de una patrullera y un helicóptero de la Guardia Costera Norteamericana, obligando alejarse de la costa a un gran transporte de gas líquido, que se dirigía, según supe después, a la terminal de Leysar en Luisiana y que se había acercado demasiado, tal vez para ganar tiempo, al área de Keyweest en la puerta sur de Florida.

Y es que estos buques, por el tremendo peligro que conlleva, pues son auténticas bombas flotantes, tienen prohibido acercarse a la costa a menos de 20 millas y en los terminales donde descargan se encuentran todos muy alejados de las zonas habitadas.

El tema no es para menos, el gas natural licuado es el explosivo más potente que se conoce y, exceptuando las armas nucleares, un gran metanero que transporta entre 100 y 200 mil metros cúbicos de gas licuado, en caso de accidente o atentando terrorista desencadenaría una destrucción o catástrofe equivalente al de 20 0 30 bombas nucleares similares a las de Hiroshima, de ahí que el Quaswar, actúe con absoluta contundencia ante la más mínima vulneración de las normas.

Y es debido precisamente a su alto poder destructivo masivo que los metaneros figuren en segundo lugar en la lista de objetivos prioritarios de Al Qaeda, después de las plantas separadoras de gas de los campos saudíes, cuya destrucción llevaría el crudo a más de 500 dólares barril.

Pues estas precauciones elementales de un Estado responsable no existe en España, somos el único país del mundo donde los metaneros se acercan sin limitaciones a zonas densamente pobladas, como es el caso de Barcelona, donde si ocurriera un accidente, un atentado, las tres cuartas partes de la ciudad quedaría arrasada en cuestión de segundos, porque la deflagración del gas líquido es tres veces más rápida que un artefacto nuclear, como señalaba recientemente el Instituto de Análisis de Seguridad Global en Washington, si alguien ubica una terminal de gas en un área urbana la convierte en un objetivo terrorista de primera clase.

Pues bien, la situación es muy clara, terminales de gas y metaneros constituyen un peligro letal para las zonas circundantes en un radio mínimo de 15 kilómetros. La responsabilidad en la que se han incurrido y están incurriendo los políticos y los empresarios que han permitido esta auténtica locura es ilimitada, porque en caso de accidente o atentado estamos hablando de un millón de muertos y mientras tanto el peligro se ha incrementado exponencialmente por número, por volumen y por peligro real, tanto que en el caso de Barcelona, que es el más grave, el terminal de almacenamiento equivale a tener un depósito de cabezas termonucleares al aire libre, sin protección especial, en el puerto franco, a poca distancia del centro de la ciudad.

Y la pregunta es ¿pero se han vuelto locos?, por lo que estamos hablando de un peligro potencial, mil veces mayor de una central nuclear, ¿Dónde están las asociaciones ecologistas? ¿O es que esto les es menos rentable que hablar del cambio climático o las antinucleares?, sólo un país desinformado y anestesiado como el nuestro es concebible este tipo de situaciones que ponen en riesgo la vida de millones de personas sin que la sociedad se movilice masivamente frente a ellos”.

Si después de lo detallado alguien no lo ha entendido, seguramente sí pueda comprender el poder de destrucción de una sola botella de gas butano de diez kilos, capaz de destrozar varios pisos y dejar decenas de muertos, pues imaginemos una terminal de gas licuado como el que viene estudiando la Alcaldesa para situarlo en nuestra ciudad.

Frente a este tipo de salidas de tono de una Señora muy poco informada sobre las potenciales consecuencias que conlleva este tipo de terminales y almacenamientos sobre un municipio como éste. Los ciudadanos esperamos una respuesta clara y sin paliativos de los partidos políticos que componen el Pleno frente a la pretendida ubicación de este cementerio energético, no sólo de la oposición sino del propio Gobierno. 



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