Recordamos que como consecuencia de la Ley 57/2003, de 16 de diciembre, de medidas para la modernización del gobierno local, Los reglamentos para la participación ciudadana (Juntas Municipales de Distrito, Consejo Social de la Ciudad, Comisión de Sugerencias y Reclamaciones) así como el Reglamento orgánico de Gobierno y Administración, se aprueban y publican, en el boletín de la Provincia con el número 20, de fecha 13 de Febrero de 2006. Como es sabido, los referidos al Gobierno municipal y la administración local, se vienen aplicando con todo rigor, desde el mismo día de su publicación.
Después de un año en que se han instalado, los nuevos inquilinos del gobierno municipal, en el Ayuntamiento de todos los ciudadanos de este municipio, con la promesa de establecer un nuevo marco de participación ciudadana, más progresista que el anterior, hasta la fecha no se le ha visto ni la intención de modificar los actuales Reglamentos, ni la voluntad de poner en marcha los aprobados en el año 2.006.
Como se recordará, el tripartito que conforma el nuevo gobierno municipal (Nueva Canarias, PSOE y CNC), se posicionaron a favor de unos reglamentos de participación ciudadana menos sectarios que los aprobados, más participativos y mucho más transparentes. Sin embargo siendo la composición de los distintos foros tan sectaria, como decían algunos partidos de los que nos gobiernan, en la medida que la mayoría de sus vocales son designados por los propios partidos políticos, aún así, no han tenido el arrojo político de ponerlos en práctica.
En este sentido y mucho más recientemente, el Pleno Municipal ratifica por unanimidad de fecha 27 de septiembre de 2007, adherirse a la Agenda21 de la cultura. Pese a ello el gobierno municipal pretende desconocer, que ese acto, implica que deben desarrollar nuestra propia agenda21 local, pero que además deben asumir los compromisos y recomendaciones de la propia agenda.
Con esos compromisos y recomendaciones, están obligados a crear el foro de la cultura cuya composición, entre otros actores, se encuentra la participación ciudadana: asociaciones, comunidad escolar, creadores, instituciones sin ánimo de lucro, sindicatos, empresarios, etc. De igual modo deben realizar un amplio debate con la sociedad de este municipio.
Asimismo se debe disponer de un sistema de indicadores culturales que dé cuenta del despliegue de la Agenda 21 de la Cultura, a partir de métodos generales de manera que se pueda comparar y facilitar el seguimiento, a partir de los análisis de la realidad y del diagnóstico sociocultural.
El investigador australiano Jon Hawkes, propone la cultura como el cuarto pilar de la sostenibilidad, con la misma categoría que gozan los tres pilares clásicos: el económico, el social y el ambiental. Pues bien, en este caso y después de casi nueve meses de tomar esta iniciativa, tampoco se han puesto en marcha estas responsabilidades o encargos, salvo un manifiesto, que si no se desarrolla su contenido con el conjunto de la sociedad y las asociaciones representativas de este municipio, no tiene el menor sentido y en todo caso representaría un gran fraude hacia los ciudadanos de este municipio.
Como podemos observar, en ambos casos, todo lo relativo a las políticas integrales y transversales que permiten la participación ciudadana están totalmente estancados, puesto que los marcos jurídicos de la citada participación no se han puesto en práctica o no se desarrollan a favor de la sociedad plural. Mas aún, ni tan siquiera el Reglamento de Sugerencias y Reclamaciones donde cualquier ciudadano o empresa pueda expresar su requerimiento, donde solo tienen participación los propios partidos políticos que conforman el Pleno del Ayuntamiento. Por tanto debemos preguntarnos donde está la transparencia de la que tanto alardearon cuando estaban en la oposición.
Cuando se dice por algunos políticos que existe participación ciudadana, debemos entender que lo que verdaderamente existen, son asociaciones y federaciones legales y que pueden confluir, en un momento dado en una intervención, en torno a un tema determinado que pueda interesar a los ciudadanos.
En absoluto debemos admitir que se pueda hablar de participación ciudadana en relación con la administración local, porque los colectivos ciudadanos no pueden estar sujetos a que te quiera recibir o no el gobierno de turno para analizar los problemas de tu barrio o municipio, que te conteste o no las sugerencias o reclamaciones que se realizan o lo que es más indigno que te reciban o no dependiendo de su color político, cuando existe un marco jurídico vigente tal y como hemos señalado más arriba.
Con estas premisas, parece claro, que no podremos avanzar hacia una ciudad del siglo XXI realizando políticas del siglo pasado, salvando alguna excepción, y menos aún cuando las normas y leyes que se pretenden aplicar pertenecen a este siglo como es el caso que nos ocupa.
Para terminar vamos a utilizar los siguientes párrafos, del grupo de trabajo en cultura de ciudades y gobiernos locales unidos, que enuncian conceptos y consideraciones generales sobre la implementación local de la Agenda 21 de la cultura, derivadas de sus principios, compromisos y recomendaciones, que en sus consideraciones generales dice entre otros apuntes: “Es necesario el liderazgo político en las más altas instancias del gobierno local. La exaltación de las herramientas por el gobierno local como un conjunto y no sólo del servicio, del departamento o la concejalía de cultura. El gobierno local como catalizador del proceso en cultura: reforzando a la sociedad civil, promoviendo consensos y estableciendo corresponsabilidades.”
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