Aquellos que
lideran los pensamientos ultraconservadores y que han facilitado las leyes y
normas para que el capitalismo cabalgue a sus anchas y arrodillar a las clases
medias y humildes de la sociedad que son la inmensa mayoría de los trabajadores
y trabajadoras de todos los países, van avanzando en el terreno laboral, ahora
social y después será lo público, sin embargo contra los sistemas financieros,
las grandes fortunas, las grandes compañías y los especuladores no hay prisa o
mejor no se toman medidas políticas a pesar de seguir amasando grandes fortunas
en medio de una gran depresión económica.
Los tenemos
delante de nuestras propias narices y no los hemos identificado aún cuando son
los mismos, aunque con diferentes rostros, que hicieron desaparecer los cauces
para que fluya el dinero, la economía y, como un tsunami desde los EEUU hacia
el resto de países de la UE, que además han volatilizado a las cuatro
socialdemocracias que existían en Europa con el peregrino argumento de que han
derrochado el dinero en las políticas sociales de sus ciudadanos y que eran
supuestamente los que podían frenar los fines de esa corriente neoconservadora,
para así no fracasar en la implantación de un nuevo orden social y para ello
nada mejor que poner el poder en manos de sus propios capataces, cuando no le
funcionan aquellos que se eligieron a través de las urnas en consonancia a sus
intereses.
Sólo hay que ver
en manos de quien o quienes están detrás de las agencias de calificación que
son las encargadas de evaluar o, mejor, devaluar las economías regionales para
hacerlas bailar al son de aquellos pensamientos o mejor intereses que más arriba
señalábamos, sin ningún dato objetivo salvo la confianza o la fe, que por extensión
son las encargadas de aniquilar las políticas de bienestar y de dignidad
social, para conseguir sus fines u objetivos, ejemplo de ello lo tenemos en
Grecia. Son los mismos que antes nos confinaban por la trama judío-masónica y
que ahora nos quieren arrodillar atacando uno de los pilares o fundamentos para
la independencia o dignidad de las personas y, su derecho a un trabajo digno,
para ello vienen atacando sistemáticamente y sin contemplaciones a los
sindicatos de clase porque es el último refugio o eslabón, que le queda a la
sociedad y al mundo del trabajo y, que de momento, no han podido destruir.
Así las cosas
podemos entender que, antes de que nuestro parlamento enjuiciase sus
presupuestos, haya sido una comisión de esa Europa la que le haya dado el visto
bueno a esas cuentas y que nos pretende igualar en derechos y obligaciones a
las economías subdesarrolladas como la China o la de Brasil, de ahí que no podemos esperar que gobiernos de este
signo en el entorno europeo, menos aún en España donde la derecha sería un
claro ejemplo de lo que Umberto Eco llama “el
fascismo eterno”, no sólo van a
desarmar al capital para ponerlo al servicio de las personas sino todo lo
contrario, lo que pretenden es seguir vendiendo o privatizando la educación, la
sanidad, los servicios básicos y aquellas empresas públicas que son rentables
de lo poco que nos queda en manos de la sociedad o de lo público para así
terminar con la cohesión social. El mensaje es el mismo en todos los casos: “lo
público” es mucho más costoso cuando en realidad jamás han probado ni avalado
con datos objetivos estos argumentos.
De igual modo,
tampoco debemos extrañarnos de que con el supuesto argumento de ayudarnos a
ampliar los plazos de la deuda y así pagar a los deudores de las
administraciones locales, los mismos que entienden que el mercado lo regula
todo, como si de un colegio de niños se tratase, nos indican a través de un
manual lo que debemos o no hacer, así
como vender si queremos acogernos a la supuesta zanahoria que nos ofrece el
estado. Paradojas de la vida, mientras por este barrio se pretende vender las
acciones para privatizar el único bien universal que tenemos, como es el agua,
el Presidente del Gobierno de Canarias está pidiendo al Gobierno Central más
inversiones, o lo que es lo mismo, más impuestos en forma de subvenciones para
poner más potabilizadoras.
Decimos
supuestamente porque con independencia de lo que ha dicho la comisión, enviada
por la Sra. Merkel, sobre los presupuestos de este país, aquellos especuladores
que supervisan las cuentas dicen, a través de la prima de riesgo y de la bolsa
que no se fían de las cuentas presentadas por este ejecutivo con lo cual
seguramente pedirán más garantías o lo que es lo mismo más ajustes. Por cierto,
parece claro que la llamada Troika (CE, BCE y FMI) obedece al llamado eje
franco alemán que es quién toma las decisiones a pesar de que supuestamente
conforman la UE veintisiete países.
Como decíamos más
arriba van avanzando con el subterfugio de la deuda y que viene facilitada por los que ahora se proclaman salva patrias.
En esta localidad sin continuidad de ser una gran ciudad, lo que sí parece, es
que pretenden definirse en la línea de sus maestros, es decir, intentan que
paguemos más impuestos cuando ni siquiera existen una situación adecuada para
crear un solo puesto trabajo ni siquiera en las condiciones que nos han querido
imponer, para que las cargas puedan afrontarse solidariamente. Lo que se
pretende es tener más emprendedores sin ayudas ni condiciones de ningún tipo
salvo buenas palabras y sin tener claro hacia donde se quiere diversificar la
economía actual, basada en el cemento y en el turismo de baja calidad, ni dónde
se encuentra los nuevos nichos de mercados.
Como se han
definido en la línea de sus maestros parece fácil averiguar el modelo de
gestión y dimensión del gobierno que vamos a tener los ciudadanos. Sólo hay que
esperar los decretos leyes que se vayan
aprobando en el parlamento. De ahí que hasta la fecha no se disponga de un
presupuesto económico y de un plan de actuación municipal para los próximos
cuatro años de gobierno, como le vienen reclamando la oposición, o no
encuentren otras alternativas a la situación de desajuste económico que de
repente dicen que existe, aunque hasta hace apenas unas semanas estuvieran
subiendo salarios a personal cualificado o contratando personal o no se le
requiera a los distintos promotores para que paguen el dinero que deben a la administración,
como tampoco saben si con el patrimonio del que dispone esta administración,
que es mucho, se puede abonar parte o toda la deuda.
Aquellos que nos
dicen lo que hay que hacer, no dicen que la fiesta se debe acabar para todos,
porque esos que quieren ejemplarizar la vida política, esos que quieren
privatizar todo lo que se mueve y aún está en manos de la sociedad o de la cosa
pública, esos siguen con los mismos salarios y los mismos ayudantes o
servidores como si estuviésemos en el pasado más abundante y que pretenden que
sigan siendo pagados por la sociedad a la que se le está pidiendo más impuestos
con menos trabajo.
Decía el escritor
José Saramago antes de morir, en una de las entrevistas, que es la hora en que
los ciudadanos manifiesten su disconformidad con quienes gobiernan, y decía “es
la hora de aullar porque si nos dejamos llevar por los poderes que nos
gobiernan y no hacemos nada, se puede decir que nos merecemos lo que tenemos”.
1 comentario:
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