El artículo 131 de la Ley 57/2003 de 16 de Diciembre, de medidas para la modernización del gobierno local, dice que: en los municipios señalados por este título, existirá un Consejo Social de Ciudad, integrado por representantes de las organizaciones económicas, sociales, profesionales y de vecinos más representativas.
El artículo de esta Ley expresa que corresponderá a los referidos Consejos Sociales, además de las funciones que determine el Pleno municipal, la emisión de informes, estudios y propuestas en materia de desarrollo económico local, planificación estratégica de la ciudad y grandes proyectos urbanos. Requiere, por tanto, la Ley a dichos Consejos Sociales para que contribuyan a la propia configuración de las ciudades. Es, en definitiva, una decisión por la que se da voz, papel de complementariedad, a los sectores más activos de la sociedad en materias de estrategia, desarrollo y modernización.
Las cuestiones ambientales y de sostenibilidad de nuestros sistemas urbanos y rurales se han convertido en elementos fundamentales para nuestra sociedad. Problemas como el elevado consumo de recursos, la creciente generación de residuos, la habitabilidad de nuestras ciudades, el uso del suelo, la contaminación atmosférica y acústica, la movilidad, la inmigración, etc., sitúan a las autoridades locales ante el reto de conseguir una ciudad más sostenible. Para ello, herramientas como las Agendas 21 Locales, consistentes en planes a largo plazo participados por la población para avanzar en la sostenibilidad son fundamentales para nuestra comunidad. Estas herramientas combinan la gestión municipal con la participación activa de toda la sociedad, en un tratamiento integral de la problemática urbana, incluyendo temas ambientales, económicos, sociales y educativos.
La propuesta que hace este municipio sobre el consejo social de la ciudad, de acuerdo con la información publicada por Canarias7 con fecha 09.04.05, estaría formado por 18 miembros: 4 Entidades económicas y empresariales, 4 Colegios Profesionales, 2 Universidad, 3 ciudadanos de reconocido prestigio, 2 Organizaciones Sindicales, 2 Asociaciones ciudadanas.
Así mientras se le atribuye casi el cincuenta por ciento de sus miembros a los operadores económicos y profesionales, el porcentaje que se le asigna a las Asociaciones Ciudadanas es del dieciséis por ciento donde no aparecen las Asociaciones medioambientales, Consumidores, Vecinales, etc., las cuales no estarían representadas siendo colectivos activos e importantes para la sociedad.
La propuesta de la composición actual no equilibra los distintos intereses ni tampoco se armoniza a priori con el espíritu de las agendas 21, cuestiones ambas que en el tiempo terminaran por imponerse dado que son temas con los que la sociedad está sensibilizada.
Es fundamental e importante que ante un nuevo foro, como es el citado Consejo Social de la Ciudad, y que va a marcar una nueva etapa en la vida social y económica de este municipio, las asociaciones ciudadanas reclamen su cuota de participación para poder incidir en todos aquellos aspectos que hoy de forma colectiva, pero a su vez dispersa, tienen poca traslación práctica que beneficie a la sociedad.
De igual modo es imprescindible que el grupo de gobierno, tal y como se ha manifestado, esté abierto a las distintas sugerencias que puedan plantear los agentes sociales y concrete una mesa de diálogo para llegar a un consenso, no sólo sobre la composición sino de su reglamento.
Las cuestiones ambientales y de sostenibilidad de nuestros sistemas urbanos y rurales se han convertido en elementos fundamentales para nuestra sociedad. Problemas como el elevado consumo de recursos, la creciente generación de residuos, la habitabilidad de nuestras ciudades, el uso del suelo, la contaminación atmosférica y acústica, la movilidad, la inmigración, etc., sitúan a las autoridades locales ante el reto de conseguir una ciudad más sostenible. Para ello, herramientas como las Agendas 21 Locales, consistentes en planes a largo plazo participados por la población para avanzar en la sostenibilidad son fundamentales para nuestra comunidad. Estas herramientas combinan la gestión municipal con la participación activa de toda la sociedad, en un tratamiento integral de la problemática urbana, incluyendo temas ambientales, económicos, sociales y educativos.
La propuesta que hace este municipio sobre el consejo social de la ciudad, de acuerdo con la información publicada por Canarias7 con fecha 09.04.05, estaría formado por 18 miembros: 4 Entidades económicas y empresariales, 4 Colegios Profesionales, 2 Universidad, 3 ciudadanos de reconocido prestigio, 2 Organizaciones Sindicales, 2 Asociaciones ciudadanas.
Así mientras se le atribuye casi el cincuenta por ciento de sus miembros a los operadores económicos y profesionales, el porcentaje que se le asigna a las Asociaciones Ciudadanas es del dieciséis por ciento donde no aparecen las Asociaciones medioambientales, Consumidores, Vecinales, etc., las cuales no estarían representadas siendo colectivos activos e importantes para la sociedad.
La propuesta de la composición actual no equilibra los distintos intereses ni tampoco se armoniza a priori con el espíritu de las agendas 21, cuestiones ambas que en el tiempo terminaran por imponerse dado que son temas con los que la sociedad está sensibilizada.
Es fundamental e importante que ante un nuevo foro, como es el citado Consejo Social de la Ciudad, y que va a marcar una nueva etapa en la vida social y económica de este municipio, las asociaciones ciudadanas reclamen su cuota de participación para poder incidir en todos aquellos aspectos que hoy de forma colectiva, pero a su vez dispersa, tienen poca traslación práctica que beneficie a la sociedad.
De igual modo es imprescindible que el grupo de gobierno, tal y como se ha manifestado, esté abierto a las distintas sugerencias que puedan plantear los agentes sociales y concrete una mesa de diálogo para llegar a un consenso, no sólo sobre la composición sino de su reglamento.
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