Cuando un día cualquiera vemos en los periódicos que existe un proyecto para ampliar el puerto industrial de Salinetas en 360 metros, con el pretexto de poner una línea comercial a Fuerteventura y un muelle deportivo en ese mismo lugar, pero que más tarde nos dicen que también irá la base naval, no nos queda mas remedio que preguntarnos como es posible que puedan convivir tantas actividades (industrial, comercial, deportiva y militar) dentro de una misma dársena.
Si además en el otro extremo de la costa también pretenden proyectar la ampliación del puerto deportivo pesquero de Taliarte hasta casi la mitad de la bahía, te preguntas como se pueden conservar las playas de Taliarte, Melenara y Salinetas, con estos dos grandes proyectos si se corta las corrientes marinas del noreste que posibilitan que toda la bahía se limpie y regenere.
En este sentido ya hemos dicho que el puerto pesquero deportivo sólo necesita ampliar la escollera norte, para que la marea rompa más lejos e impedir que suba por encima del propio muelle, y cerrarlo unos treinta metros hacia el sur, de tal manera que en invierno resguarde los barcos que están en la dársena, además de dotarlo de todos los servicios e infraestructuras necesarios para tener un gran puerto europeo. Esta es la razón fundamental del porqué en el citado muelle no atraca ningún barco especialmente en invierno.
Un gobierno que está al servicio de los ciudadanos debería ser más serio y riguroso con nuestro patrimonio natural y con sus ciudadanos, y si se tiene la voluntad de realizar algún proyecto serio, deberían empezar por reordenar todo ese espacio costero, con los estudios medioambientales precisos incluido el de las corrientes marinas, que interviene en toda la bahía, para determinar la carga que pueda soportar esta zona y establecer los proyectos de calidad de acuerdo con esos requisitos. Esta sería la mejor forma de trabajar con seriedad, solvencia y credibilidad.
Una vez realizado dichos estudios deberían presentarlo a los ciudadanos y plantearlos en su programa electoral y si son acreditados por las urnas llevarlos a la práctica. Este modo de actuar sería la mejor representación de la transparencia, de la que han hecho gala, la cual queda totalmente cuestionada y por lo que parece, esta práctica política, no está al uso.
Por ello podemos decir que los proyectos que se quieren implantar en la costa, se realizan de espaldas a los ciudadanos ya que en los programas electorales de los partidos políticos que están gobernando no existían proyectos de esta naturaleza. Por tanto no están autorizados democráticamente para realizarlos.
Que el municipio progrese social y económicamente es una idea que compartimos todos los ciudadanos pero no nos puede llevar, bajo ningún concepto, a degradar de forma irreversible nuestro ecosistema sabiendo de antemano que nuestro patrimonio natural es único y que debemos preservarlo, mejorarlo y garantizarlo para las generaciones venideras.
La realización de infraestructuras, si no se sabe de antemano los beneficios y/o perjuicios sociales que comportan y se acompañan de las políticas necesarias para potenciar aquellas actividades que queremos para las mismas, no debemos decir forzosamente que es un sinónimo de progreso.
La insensatez, la irracionalidad y el absurdo es la que nos conduce a realizar grandes obras, sin tener en cuenta los espacios y entornos donde van a ser ubicadas y son las que ocasionan el fracaso económico además de un déficit en la calidad de vida de sus ciudadanos.
Deberían estar preocupados por el peligro potencial que representa para las personas los depósitos de gasolina que están junto al complejo residencial de Salinetas y en vez de buscar soluciones para el traslado de dichos depósitos a otro lugar se sigue construyendo cada vez más cerca, del mismo modo que con la futura ampliación del aeropuerto donde el impacto medioambiental va a ser insostenible por los niveles de ruidos en toda la zona o la eliminación de la zona de las jaulas marinas dedicadas a la cría de peces.
Estos contenidos deben ser objeto de cualquier gobierno municipal y sin embargo se contesta, en el caso de las jaulas, que es un problema del gobierno autónomo, así mientras no son capaces políticamente de dar soluciones escudándose en contestaciones simplistas y faltas de rigor, sin son capaces de hacer planteamientos, y que se les tenga en cuenta, como los expuestos más arriba.
La falta de políticas, visión y perspectivas junto con la falta de imaginación son las que hacen posibles estos desaguisados que una vez realizados van ser imposibles corregir.
Si además en el otro extremo de la costa también pretenden proyectar la ampliación del puerto deportivo pesquero de Taliarte hasta casi la mitad de la bahía, te preguntas como se pueden conservar las playas de Taliarte, Melenara y Salinetas, con estos dos grandes proyectos si se corta las corrientes marinas del noreste que posibilitan que toda la bahía se limpie y regenere.
En este sentido ya hemos dicho que el puerto pesquero deportivo sólo necesita ampliar la escollera norte, para que la marea rompa más lejos e impedir que suba por encima del propio muelle, y cerrarlo unos treinta metros hacia el sur, de tal manera que en invierno resguarde los barcos que están en la dársena, además de dotarlo de todos los servicios e infraestructuras necesarios para tener un gran puerto europeo. Esta es la razón fundamental del porqué en el citado muelle no atraca ningún barco especialmente en invierno.
Un gobierno que está al servicio de los ciudadanos debería ser más serio y riguroso con nuestro patrimonio natural y con sus ciudadanos, y si se tiene la voluntad de realizar algún proyecto serio, deberían empezar por reordenar todo ese espacio costero, con los estudios medioambientales precisos incluido el de las corrientes marinas, que interviene en toda la bahía, para determinar la carga que pueda soportar esta zona y establecer los proyectos de calidad de acuerdo con esos requisitos. Esta sería la mejor forma de trabajar con seriedad, solvencia y credibilidad.
Una vez realizado dichos estudios deberían presentarlo a los ciudadanos y plantearlos en su programa electoral y si son acreditados por las urnas llevarlos a la práctica. Este modo de actuar sería la mejor representación de la transparencia, de la que han hecho gala, la cual queda totalmente cuestionada y por lo que parece, esta práctica política, no está al uso.
Por ello podemos decir que los proyectos que se quieren implantar en la costa, se realizan de espaldas a los ciudadanos ya que en los programas electorales de los partidos políticos que están gobernando no existían proyectos de esta naturaleza. Por tanto no están autorizados democráticamente para realizarlos.
Que el municipio progrese social y económicamente es una idea que compartimos todos los ciudadanos pero no nos puede llevar, bajo ningún concepto, a degradar de forma irreversible nuestro ecosistema sabiendo de antemano que nuestro patrimonio natural es único y que debemos preservarlo, mejorarlo y garantizarlo para las generaciones venideras.
La realización de infraestructuras, si no se sabe de antemano los beneficios y/o perjuicios sociales que comportan y se acompañan de las políticas necesarias para potenciar aquellas actividades que queremos para las mismas, no debemos decir forzosamente que es un sinónimo de progreso.
La insensatez, la irracionalidad y el absurdo es la que nos conduce a realizar grandes obras, sin tener en cuenta los espacios y entornos donde van a ser ubicadas y son las que ocasionan el fracaso económico además de un déficit en la calidad de vida de sus ciudadanos.
Deberían estar preocupados por el peligro potencial que representa para las personas los depósitos de gasolina que están junto al complejo residencial de Salinetas y en vez de buscar soluciones para el traslado de dichos depósitos a otro lugar se sigue construyendo cada vez más cerca, del mismo modo que con la futura ampliación del aeropuerto donde el impacto medioambiental va a ser insostenible por los niveles de ruidos en toda la zona o la eliminación de la zona de las jaulas marinas dedicadas a la cría de peces.
Estos contenidos deben ser objeto de cualquier gobierno municipal y sin embargo se contesta, en el caso de las jaulas, que es un problema del gobierno autónomo, así mientras no son capaces políticamente de dar soluciones escudándose en contestaciones simplistas y faltas de rigor, sin son capaces de hacer planteamientos, y que se les tenga en cuenta, como los expuestos más arriba.
La falta de políticas, visión y perspectivas junto con la falta de imaginación son las que hacen posibles estos desaguisados que una vez realizados van ser imposibles corregir.
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